SENTIMIENTOS DEL TIEMPO
Y por la justa luz,
cayendo sólo una sombra violeta
sobre la cumbre menos alta,
la lejanía abierta a la mesura,
cada latido mío, como el corazón suele,
pero ahora lo escucho,
te apremia, tiempo, a ponerme en los labios
tus labios últimos.
LA MUERTE MEDITADA
Canto Primero
Oh hermana de la sombra,
nocturna cuanto más fuerte es la luz,
me sigues, muerte.
En un puro jardín
el ansia ingenua te dio a luz
y la paz fue perdida,
oh pensativa muerte,
sobre tu boca.
Desde ese instante
en el fluir de la mente te escucho
profundizando lejanías,
émula adolorida de lo eterno.
Madre venenosa de las edades
en el terror de los latidos
y de la soledad,
belleza castigada y riente,
en el adormecerse de la carne
soñadora fugaz,
atleta insomne
de la grandeza nuestra,
cuando me hayas domado, dime:
en la melancolía de los vivos
¿ volará mucho tiempo mi sombra ?
Canto segundo
Socava las íntimas vidas
de nuestra máscara infeliz
(clausura de infinito)
con blandura fanática
la oscura vigilia de los padres.
Muerte, muda palabra,
arena que la sangre deposita
como un lecho,
te oigo cantar igual que una cigarra
en los reflejos de rosa enlutada.
. . .
De "Sentimiento del tiempo" "La tierra prometida" - Círculo de Lectores, Barcelona, 1998.
lunes, 17 de marzo de 2008
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