viernes, 11 de abril de 2008

FRANCISCO MADARIAGA

UN APARTE PARA TRINOS


Buenas noches, sombra de la manzana,
todo el día canta el zorzal,
alguien me esconde y me devuelve el cielo,
alguien como yo canta contra lo irreal,
irremediablemente cercano y lejano de unos ríos,
de unos niños, de unos ojos.


VOLANTAS JUNTO AL MAR

Las volantas de fuego de la
muerte sobre el fondo
del horizonte del mar;
viajeros van mi padre,
los gauchos más huraños,
los esteros perseguidos.


De "Aguatrino" (1976).



NEGRO VERDE


¿Los pájaros criollos cantarán cuando el mar resucite
emponchado de rebelión y estilo?
¿A mí, el antiguo, lo dejaré en la otra agua?
¿En el río de palmeras de la tierra y del infierno?

¿En el viejo río político, o de troperos, de la sangre de mi
corazón?

Pero interrogo al mar.
¿Al agua en canto y fuego y sin amparo,
al único sueño verde entre los sueños que me
desalberga lejos del palmeral?

¿No tengo ya amparo en la Comarca?
¿Todo mi canto nacerá ahora primaveral entre las
aguas-islas rojas y móviles del universo?



De "Resplandor de mis bárbaros" (1985).

No hay comentarios: